¿Qué harías?
Sergio Chamy
Romulo Aitken
Marta Olivares
Reseña
Más allá de lo peculiar del formato que maneja, que es realmente un documental haciendo mancuerna con una investigación privada real en la que se desarrolló una historia buenísima de forma circunstancial, esta película documental va a hacer que al verla algunas emociones que tenías dormidas en tu interior despierten y te hagan reconsiderar tu forma de pensar y de actuar sobre el tema de tus familiares de la tercera edad.
Lo que me deja esta película parte de los siguientes 3 puntos:
1- La importancia del tiempo y la compañía. La directora del documental Maité Alberdi tiene claro cuál es el punto al que debemos ponerle atención en todo este asunto y lo expresa muy bien en una entrevista diciendo: “Para mí el tema que los asfixia, el tema que los aterra, es la soledad. Más que la muerte, es la soledad”.
2- Encontrar los “sin sentido” de nuestra vida. En un punto de la historia el protagonista se da cuenta de que lo que está haciendo en su misión no tiene ningún sentido, las razones que lo llevaron ahí no cuadran con la realidad que ha encontrado y no solo se da cuenta de ello, sino que toma cartas en el asunto hasta el punto de entrar en conflicto con quienes lo han contratado como espía infiltrado y consigo mismo.
3- Descubrir tu verdadera misión mientras haces lo que “te toca hacer”. Esa es una de las enseñanzas mas bonitas que encuentro en esta película. El proceso de redescubrimiento que va viviendo el protagonista es muy especial. En los tres meses que dura su participación en la investigación va descubriendo una misión que nadie le impuso, es una misión que su corazón le ha dictado y que lo lleva a mirar desde otra perspectiva su propia realidad.
Como ya comentaba, esta película documental tiene un formato bastante peculiar.
Según entendí al ver algunas entrevistas, la directora tenía la idea de hacer un documental sobre la vida dentro de un asilo de ancianos, mientras que, por otro lado, una agencia de investigadores privados había sido contratada por una señora que sospechaba que maltrataban a su madre, que vivía en el asilo.
Estas dos partes se unen para trabajar juntos y grabar el documental mientras se hace la investigación. Sin embargo, el plan inicial era que el “espía” fuera un colaborador recurrente de la agencia de investigación, pero poco antes de comenzar el proyecto se fracturó la cadera, así es que se tomó la decisión de abrir una convocatoria laboral para contratar a un nuevo espía.
Por lo tanto, no hay un “reparto” de actores y personajes a interpretar porque todos son personas reales que fueron grabadas con su consentimiento para el documental, pero sin saber que se estaba llevando a cabo una investigación privada.
Eso sí, está claro que hay un gran protagonista de la historia que es el señor Sergio Chamy, el famoso “agente topo”.
Y en un segundo plano podemos contemplar la participación de Rómulo Aitken, el detective privado al mando de la investigación.
Además, esta historia no hubiera tomado el curso que tomó sin la valiosísima participación de todas las personas que vivían en el asilo, que, sin saberlo, en sus manos se moldeo una historia que de seguro tocará muchísimos corazones.
La premisa del documental es tan simple como innovadora:
Documentar la vida en el interior de una residencia de personas de la tercera edad y al mismo tiempo llevar a cabo una investigación privada para resolver un posible caso de maltrato dentro de sus instalaciones.
Una agencia de investigación se ve obligada a reclutar a un señor octogenario al que deben entrenar en cuestiones tan básicas como aprender a mandar una nota de voz por whatsapp, hasta utilizar gadgets tecnológicos como lentes de vista con cámaras incrustadas, pasando claro por las instrucciones de cómo comportarse para no levantar sospechas.
¿El plan?
Que Sergio entre a vivir al asilo por 3 meses, se contacte con la mamá de la clienta que contrató a los investigadores y consiga pruebas de que el personal del lugar la maltrata.
Sin entrar en más detalles, te puedo decir que toda la experiencia que vive el señor Chamy a lo largo de esos tres meses en el asilo junto al increíble y sensible tacto de la directora harán que se te apachurre el corazón en más de una ocasión, que se te salga más de una carcajada y que sientas la adrenalina de cualquier película de espías que hayas visto.
De verdad, esta película es una de esas que uno nunca vería si alguien más no nos la recomienda, pero que después de verla te quedas con sensaciones bastante positivas en tu corazón.
¡ALERTA DE SPOILER!
Ya saben, a partir de aquí hablaremos con más detalles del desarrollo de la película, así es que si no la has visto y no quieres que te arruinemos ninguna sorpresa, mejor deja de escuchar o leer hasta que la veas y luego ya vuelves con nosotros.
Entonces, tenemos tres puntos que me gustaría comentar sobre lo que me dejó la película.
1- La cuestión de dedicarle tiempo y atención a quienes te rodean, y con un especial llamado a hacerlo con las personas de la tercera edad a nuestro alrededor.
Más allá de que el protagonista es también un anciano enfrentando sus múltiples dificultades (por ejemplo, meses atrás enviudó y aún vive su duelo) considerando que debe cumplir con una misión que le han asignado, se da el tiempo de visitar a muchas de las señoras del asilo, las acompaña, platica con ellas, las escucha, cuando puede, les da ánimos de una u otra forma.
Con algunas de ellas incluso llega a entablar una amistad un poco más profunda y con todas surge un cariño muy honesto.
Dedicarles tiempo a las personas es fundamental para mantener nuestro corazón realmente vivo y no solo palpitante.
Sí, es difícil hacer un espacio en nuestras complicadas agendas entre los estudios, la familia y el trabajo, pero estoy seguro de que cada minuto dedicado a prestarle atención a alguien que necesita estar acompañado hace que nuestro tiempo rinda mejor, porque nuestro corazón estará renovado ante cualquier otra actividad que hagamos, y la haremos con un amor renovado.
2- El tema de encontrar “los sin sentidos” de lo que estamos haciendo.
Precisamente a través de ese “darles de su tiempo” a las demás personas Sergio se comienza a dar cuenta de que su misión carece de sentido, y no porque no tenga sentido que una señora se preocupe por un posible maltrato hacia su madre, sino porque ahí, al convivir con ella y con las demás personas se da cuenta de que esa hija preocupada lleva meses sin visitar a su madre; incluso en un punto de la trama Sergio cuestiona a Rómulo (el detective) en tono de discusión pidiéndole que hable con su clienta para que visite a su madre ya que su ausencia es lo que realmente se puede considerar como maltrato, a diferencia de los cuidados que le dan en el asilo.
Reflexionar sobre el tema del cuidado de las personas de la tercera edad es algo obvio al hablar de esta película, pero también quiero invitarte a que reflexiones sobre esos “sin sentido” que puedas estar haciendo en tu trabajo, con tu familia, o incluso en tu apostolado y servicio.
Muchas veces asumimos una misión en particular y pensamos que no hay nada más importante que cumplir con la misión; a mi me pasó por muchos años al “aceptar” la misión de ser irreprochable ante mi familia y acercarla a Dios.
Y me volví en el hermano insoportable que de todo discutía, que en todo momento quería catequizar y con el que muchas veces ya no querían hablar.
Además, por ese afán de ser irreprochable, me comencé a estresar por cada cosa que “hacía mal” o que no estaba haciendo de la mejor manera que comencé a estresarme cada vez que convivía con mi madre, me ponía de malas y me portaba grosero con ella, como si fuera su culpa.
En mi caso, gracias a Dios pude darme cuenta de que estaba cayendo en muchos “sin sentido”, esa misión que yo asumí no tenía sentido, de nada me servía verme como el responsable de acercar a mi familia a Dios si para cumplir la misión yo mismo provocaba que mi familia se alejara de mí; al igual que Sergio, creo que cada uno de nosotros debemos estar atentos a reconocer qué cosas estamos haciendo que no tengan sentido y qué debemos cambiar para comenzar a hacer lo que debemos hacer.
3- Y en eso consiste este tercer punto de reflexión: descubrir tu verdadera misión mientras “haces lo que te toca”.
Aquí hay dos puntos importantes que debemos tomar en cuenta:
Por un lado, no se trata de quedarnos esperando a que se nos revele lo que tenemos que hacer. Son muy pocos los casos en los que Dios mandará a un arcángel a decirnos cuál es nuestra misión en la vida, por lo regular eso lo iremos descubriendo mientras estamos haciendo otras cosas, como en el caso de nuestro protagonista, que respondió a la convocatoria de los investigadores, y luego estuvo haciendo su trabajo con espía, levantaba un reporte diario, recorría todo el asilo diario, platicaba y preguntaba a todo mundo para conocer más el entorno en el que se encontraba, en pocas palabras, estaba haciendo lo que tenía que hacer.
Y, por otro lado, tampoco se trata de solo enfocarnos en lo que tenemos que hacer, está bien encargarnos de ello, es nuestra tarea, pero también debemos estar atentos a lo que se nos presenta en el transcurso de cumplir con eso que debemos hacer.
Mientras cumplía su trabajo, Sergio fue descubriendo no solo la realidad de la señora a la que fue a investigar, sino la de muchos de los habitantes del asilo, y a través de esa experiencia valoró las opciones que él mismo tenía en su vida.
Se volvió un amigo para muchas de las personas del asilo, recobró los ánimos que había perdido con la muerte de su esposa, y reavivo su relación con su familia al salir del asilo.
Si te das la oportunidad de analizar eso que estas haciendo con tu vida, y descubres esos “sin sentido” que hay en ella, pídele a Dios que te ayude a redescubrir lo bueno que tienes y a entender cómo puedes ayudar a quienes tienes a tu alrededor, aunque sea sentándote a escucharlos mientras te platican de su día.
Y bueno, la película te la recomiendo para pasar un rato relajado, un día que quieras despejar tu mente pero que también quieras llevarte un muy bonito aprendizaje.
Y, sobre todo, te la recomiendo si aun tienes a algún familiar de la tercera edad al que no veas hace tiempo, ve la película y sin dudarlo, al final de ella, échale una llamada a esa persona.
Bueno, ya saben, los invito a que visiten la página de los misioneros Columbanos, seguimos trabajando en mucho contenido de crecimiento espiritual para ti y tu comunidad.
Yo soy Manu Kasten, gracias por acompañarme, que Dios te bendiga.
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