¿Cuál es la respuesta a “por qué”?

     Una de las preguntas que con más frecuencia se les hace a los sacerdotes es esta: “¿Por qué decidió convertirse en sacerdote?” La gente la hace por varias razones: Algunos por simple curiosidad, otros la hacen porque hoy parece que muy pocos entran al seminario y unos cuantos porque piensan que el sacerdote debe haber sido el beneficiario de una experiencia espiritual extraordinaria.

     Cuando a nosotros los Columbanos se nos hace la pregunta, hay otra pregunta adicional que es esta: “¿Por qué escogió ser un sacerdote misionero con los Padre Columbanos?” Cada sacerdotes puede relatar su propia historia, pero casi todos nosotros hemos tenido algo en común. Compartimos la experiencia de que alguien nos sugirió que tal vez tuviéramos vocación para el sacerdocio.

     Recientemente le pregunte a nuestro ex-director de Vocaciones, el Padre Arturo Aguilar, como fue que escogió a los Padres Columbanos. Me dijo que cuando estudiaba en la Universidad de Texas en Austin, vio un cartel de los Columbanos en uno de los pizarrones de avisos. Tenía tarjetas desprendibles. El Padre Arturo aún no está seguro de por qué desprendió una de las tarjetas y la envió. Pero lo hizo, Recordó que alguien se lo sugerido mucho tiempo atrás, así que se decidió. El Padre Arturo continúo explicando que a los pocos días recibió una llamada del Padre Michael Harrison, que entonces era el Director de Vocaciones. El Padre Harrison dijo que, por casualidad, iba a pasar por Austin en unos cuantos días más y que le gustaría visitarlo y saludarlo. Sorprendido por la respuesta tan rápida y un poco más de sospechoso de los planes de viaje tan providenciales del Padre Harrison, el Padre Arturo trato de quitárselo de encima con pretextos. Le dijo al Padre Harrison que se pondría en contacto con el después.

     Fue un buen intento por parte del Padre Arturo, pero el Padre Harrison fue persistente. El Padre Harrison logro visitarlo y el Padre Arturo finalmente entro al seminario y se ordenó como sacerdote Columbano. Después de ejercer su ministerio en Chile durante dos años y en Brasil durante diez, el Padre Arturo es nuestro ex-director de Vocaciones aquí en Estados Unidos.

     El Padre Harrison, que celebró su 50 aniversario de ordenación sacerdotal el año pasado, era estudiante en Irlanda cuando decidió entrar al seminario Columbano.

     Lo mismo me paso a mí. Cuando estaba en la secundaria y en los primeros años de universidad, el sacerdote de mi parroquia en Chicago de vez en cuando me preguntaba: “¿Cuándo vas a entrar al seminario?” Y  me lo preguntaba en forma casual; nunca me presiono, solo mostraba interés. Esa no fue la única razón por la que entre al seminario, pero fue una de ellas.

     Así que ¿Cuál es la respuesta a “por qué”? Antes que nada, hay un llamado por parte de Dios. La invitación El la hace de muchos modos. Uno de esos modos es a través de personas que le aconsejan la vocación del sacerdocio a alguien que piensan que posee las cualidades para ser sacerdote. Y luego está la respuesta del que ha sido llamado por Dios.

     Nosotros no podemos hacer mucho respecto al llamado o la respuesta. Lo que si podemos hacer es apoyar y alentar a aquellos que pensamos que pueden ser buenos candidatos al sacerdocio.

     Asi que si usted conoce a alguien, hágale la sugerencia. Y también menciónele que usted conoce a un grupo de sacerdotes… que hacen labor misionera.

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