La vocación misionera del Padre Tomás King, sacerdote columbano, lo ha llevado desde las colinas verdes y ondulantes de Galway, Irlanda, su ciudad natal, hasta el desierto seco e hirviente de Pakistán.
El P. Tomás habla con fluidez el urdu, el idioma oficial de la nación, y una de sus prioridades es construir relaciones de confianza y respeto que rara vez existen entre las religiones.
El 97% de la población de Pakistán es musulmana, y el restante 3% está dividido entre el hinduismo y el cristianismo. Además de las diferencias religiosas, los paquistaníes discriminan a las personas que se dedican a los trabajos llamados «sucios», trabajadores del campo, ladrilleros y barrenderos. También discriminan a las mujeres pobres por su doble condición de pobreza y de género.
Hay más de un millón 800 mil obreros que trabajan en condiciones inhumanas en los hornos de ladrillos, y están esclavizados bajo el sistema peshgi. Bajo este sistema los patrones hacen préstamos a los obreros, a quienes no dejan ir hasta que paguen la cantidad total. Los obreros son analfabetos y desconocen cuánto han pagado. Los patrones se aprovechan y aparte de los exorbitantes intereses les imponen multas, convirtiendo la deuda en impagable.
Nuestros misioneros Columbanos apoyan a los grupos defensores de los derechos de estos obreros, y ayudan a construir escuelas para sus hijos.
Comentarios