La Iglesia no nos dice por quién debemos votar

Hoy en día existe mucha división y confusión en el mundo político y es difícil saber que debemos creer por tantas teorías de conspiración y noticias falsas. Déjeme les aclaro que aquí no les vamos a decir por quién “deben” votar. Simplemente vamos a aclarar algunos puntos falsos que se encuentran en el internet y al terminar podremos entender porque el votar es algo muy personal que requiere de formación, oración y discernimiento para poder votar basado en nuestra consciencia y no en lo que otros nos dicen. David Mills, escritor católico nos comparte: 

Un escritor católico influyente tuiteó que “Un Cristiano que a sabiendas vota por Joe Biden se pone en peligro de ir al infierno. Buena suerte. El infierno es para siempre.”

Sospecho que realmente pretende “bien,” pero aún si no fuera así, muchos Católicos lo dicen por su cuenta. Eso no es cierto. La Iglesia no enseña eso. Para empezar, cualquier cosa que hagas puede poner en peligro tu salvación, dependiendo de por qué lo hagas. Aún, votando por un político pro-vida, si lo haces por lastimar a otros o para asegurar tu propia ventaja a costo de otros.

Sin embargo, lo que la Iglesia enseña acerca del voto es un poco complicado. Ella enseña y defiende las eternas verdades. Pero ella lo hace pensando profundamente acerca de cómo vivirlas en un mundo caído. Cómo hacerlo no es siempre obvio. Es ahí en donde viene el desafío.

El aborto hace que la pregunta sea difícil de contestar. Como dijo San Juan Pablo II en Evangelium Vitae, el aborto es un crimen, y uno “que la ley humana no puede legitimar.” No podemos respaldarlo de ninguna manera. El entonces Cardenal Joseph Ratzinger dijo en 2002, en una famosa nota doctrinal acerca de la participación Católica en la vida política, el aborto viola “la esencia de la ley moral, que concierne al bien integral de la persona humana.”

Pero aquí es cuando se pone difícil. La Iglesia reconoce que la política democrática es una cuestión de opciones imperfectas entre lo inadecuado y aún candidatos corruptos para lograr los fines limitados y el mejor resultado posible. 

Ningún candidato en la historia ha tenido una posición completamente Católica y por esta razón debes ver que no existe un candidato o partido pro-vida ya que pro-vida incluye muchos temas, no solamente el aborto. Y aún si un candidato dice serlo, tendríamos que preguntar si realmente lo decía en serio y si realmente lo lleva a cabo. En casi todas las elecciones, especialmente a nivel nacional, un candidato te da una cosa que los Católicos quieren y quita alguna otra cosa, y su oponente hace lo mismo al revés. El votar requiere una reflexión madura y con mucha frecuencia conflicto. No es algo que el Católico responsable hace en acuerdo a una simple solución. Es una batalla interna muy profunda que requiere de oración y discernimiento.

El mismo Cardenal Ratzinger (después Papa Benedicto XVI) explicó: “Cuando un Católico no comparte la posición de un candidato a favor del aborto y/o eutanasia, pero vota por ese candidato por otras razones, es considerado como una materia remota de cooperación, que PUEDE SER PERMITIDO en la presencia de razones proporcionadas.” Juan Pablo II ha dicho lo mismo en Evangelium Vitae, hablando de los funcionaros electos votando sobre la legislación. Los obispos Católicos Americanos dicen esto en su documento “Formando Conciencias para Ciudadanos Creyentes.”

“Materia de remota cooperación” significa que ayudas a una persona a hacer algo, pero a distancia. “Razones proporcionadas” significa aproximadamente que crees que el bien que se va a hacer supera el mal que se hará.

Primero, aún, cuando un candidato dice que es pro-elección y el otro que es pro-vida, tu primer trabajo como votante Católico es conocer lo que el candidato dice y lo que quieren decir. Por ejemplo, puedes encontrar que un candidato no es realmente “pro-vida” o si lo es, sus políticas no lo son, o que, si lo son, no van a llevarlas a cabo una vez electo, o que intentan pasar leyes extremas sabiendo que no pasaran solo para hacerte creer que intentaron algo, pero que en realidad no han podido hacer nada contundente. Cualquiera puede decir que es provida y no proteger la vida.

Segundo, debes considerar todos los puntos. Puedes encontrar una razón proporcionada para votar por el candidato proelección. O puede que no.

Tercero, no estás obligado por las opciones de nuestro sistema bipartidista. Puede ser que puedas encontrar que no puedes votar por ninguno de los dos candidatos principales y decidas votar por otro candidato o no votar. 

Puedes creer que las políticas del candidato pro-elección puede salvar más vidas de no nacidos que el candidato pro-vida porque aunque el que es pro-vida gane, las leyes no le permiten terminar con el aborto; o que el candidato pro-vida hará más daño a la sociedad, y a las personas humanas, que pierde cualquier ventaja que tenga de salvar vidas de no nacidos por el daño que causa; o que el candidato pro-vida hará tanto daño a nuestro país y a nuestro sistema político que puede destruir la posibilidad de una ética pública. U otras razones.

Los Católicos votamos con “una conciencia bien formada que percibe la relación adecuada entre los bienes morales,” como dijeron los obispos estadounidenses. Y ahí está lo difícil del trabajo, pero es el trabajo que se nos ha dado para realizar.

Michelle Arnold, apologista por más de 17 años nos explica:
    El trabajo de un apologista es “hablar con la voz de la Iglesia”, nuestras opiniones simplemente no importan. Veamos algunas preguntas que los Católicos hacen sobre votar.

“¿Puedo votar por un Demócrata?”
Las respuestas cortas y directas son “Si, puede votar por un Demócrata” y “No, no es pecado votar por un Demócrata. Cualquier Católico, ya sea una persona laica, religioso consagrado, diácono, sacerdote, u obispo, que te dice que votar por un Demócrata es, ipso facto, un pecado, o que tienes que ir a confesarte por votar por un Demócrata, está mal. Punto. Y también debo aclarar que no es pecado votar por un Republicano y no tienes que ir a confesarte tampoco.
También se escucha por ahí que un católico que vota por un candidato pro-eleccion no puedo comulgar. Una carta publicada en Julio de 2004 por Joseph Ratzinger (Benedicto XVI) cuando era el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) declaró: “Un católico podría ser culpable de cooperación formal en el mal, y por lo tanto indigno de presentarse a la santa Comunión, si votara deliberadamente por un candidato porque el candidato tiene una posición permisiva hacia el aborto y/o la eutanasia. Cuando un católico no comparte la posición de un candidato a favor del aborto y/o la eutanasia, pero vota por ese candidato por otras razones, es considerado como cooperación material remota, que puede ser permitida en la presencia de razones proporcionales (énfasis añadido).”

En otras palabras, un Católico puede votar por un candidato que toma una posición permisiva en males morales, tal como el aborto o la eutanasia, siempre y cuando el católico no emita su voto porque también el mismo apoya el aborto y la eutanasia y desea votar por un candidato que refleje esos valores. Ratzinger dijo que es “cooperación material remota” que puede ser moralmente permisible “en la presencia de razones proporcionales,” no apoyando al candidato proelección por razones distintas a su posición por el aborto.

¿Cuáles son “otras razones:” por la que un católico puede escoger votar por un candidato pro-elección?
El católico puede vivir en un sistema político en el que hay únicamente dos partidos políticos mayoritarios y el campo de los candidatos puede ser limitado a únicamente dos que puedan tener la posibilidad de ganar la elección. Puede haber un escenario en el que uno de los candidatos apoye los derechos del aborto, pero está bien calificado para el cargo mientras que el otro se opone al aborto, pero es manifiestamente no apto para el cargo. Si un católico decide votar por el candidato calificado porque es capaz de cumplir responsablemente las obligaciones de su cargo, y no porque apoya el aborto, entonces el católico está participando en la “cooperación material remota” para la cual Ratzinger y el CDF permitieron que fuera moralmente permisible.

"¿Qué pasa con las cuestiones morales no negociables?"
Primero, aclaremos una cosa. “No negociable” no es un término teológico y la Iglesia no usa ese lenguaje cuando discute asuntos morales. “No negociable” es un término de negocios y no se puede utilizar como algo literal en asuntos morales. El documento de la USCCB (Formando la Conciencia de los Ciudadanos Fieles) es una guía más completa de la enseñanza de la Iglesia sobre las obligaciones de voto y las cuestiones morales que los católicos deben considerar al votar.

"¿Me vas a decir por quién votar en estas elecciones o no?"
No. Si estabas esperando que te dijera por quién votar, lamento decir que te decepcionaré. No me impide hacerlo, pero no quiero hacerlo. Quiero que utilices tu propio juicio prudencial para elegir la lista de candidatos que crees que servirán mejor a nuestra nación en los próximos dos a seis años. Lo que puedo y les sugeriré es cómo votar: cómo utilizar su juicio prudencial como católico para tomar esas decisiones. Estas son mis recomendaciones:

1. Deja de escuchar al clero (diáconos, sacerdotes y obispos) que te dicen que es un pecado mortal votar por este o aquel. Están excediendo su autoridad legítima y cometiendo mala praxis pastoral. Suponiendo que conozcan muy bien la enseñanza de la Iglesia sobre lo que constituye un pecado mortal —si no lo saben, no deberían haber sido ordenados en primer lugar— entonces deberían avergonzarse de sí mismos.

2. Lea los documentos de la Iglesia sobre las obligaciones de voto católico. Puede comenzar con la carta de Ratzinger y la Ciudadanía Fiel de la USCCB.

3. Edúquese sobre las posturas de los candidatos sobre cuestiones morales. Eche un vistazo a los sitios web de los candidatos.

4. Compruebe su estado de votación y asegúrese de que esté actualizado.

5. Cuando llegue el momento de votar, tome la decisión más prudencial que pueda y vote. No adivinen su conciencia y corran por ahí preguntando a sacerdotes, diáconos o apologistas católicos laicos si votaron "correctamente" o si "pecaron" en la forma en que votó. Si hiciste todo lo posible para votar de manera responsable, de una manera que refleje tu compromiso con tu fe católica, puedes estar seguro de que cumpliste con tus obligaciones como ciudadano, como católico y no estas pecando.

6. Deja de decirles a los católicos que están cometiendo un pecado mortal si votan por este o aquel.

Después de leer el documento de los obispos y de escuchar a estos expertos algo nos debe quedar claro… la importancia de estudiar, orar y discernir es esencial. No es pecado votar republicano ni demócrata. Religiosos que digan que es pecado votar por uno u otro están en violación de leyes canónicas pues eso no es lo que dice la Iglesia. Para discernir, es importante considerar la importancia de la capacidad de los candidatos para ejercer su trabajo y cuáles serán los efectos de sus promesas. Por ejemplo, pueden decir estar en contra de algo, pero si no lo pueden realizar, ese punto pierde mucho peso y otros problemas graves se deben meditar y balancear para poder tomar una mejor decisión que afectará a millones.


Nota del editor: esta es una versión editada y resumida de dos artículos: “Church does not tell us whom we can and can't vote for” por David Mills y “Catholic Apologists Guide to Voting as a Catholic” por Michelle Arnold.

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