Me siento tan bendecida y agradecida por la providencia de Dios en darme la oportunidad de ser testigo viviente de Él cómo misionera laica Columbana. Este año tuve el privilegio de ser parte de la celebración del aniversario número 25 el cual fue celebrado en el Instituto Pacífico de Teología el sábado 30 de junio. El evento dejó un recuerdo muy especial para mí como misionera laica. Durante la eucaristía reflexioné sobre mi propio llamado a cargar y llevar el carisma de los misioneros laicos para mí ‘misión intercultural.’ Fui testigo de esto en los diferentes idiomas usados durante la ‘Oración de los Fieles’ y mientras diferentes personas fueron a recibir la sagrada eucaristía. La misa y celebración de nuestro aniversario de plata como misioneros laicos fue un logro maravilloso para cada uno de nosotros que estuvo allí y para los misioneros laicos que estuvieron aquí antes de nosotros.
Mi tiempo como misionera laica Columbana lo he pasado asignada a la Parroquia San Juan Apóstol en Natovi. Llegué el lunes 6 de agosto de 2018 y mi trabajo ha sido asistir al Padre Filimoni Vosabalavu y al Párroco Padre Sowani Raivuni con los programas de la iglesia, las actividades de pueblo, y sus misas de visitación cada dos meses. Esto ha conllevado muchas dificultades ya que a veces, si el pueblo queda lejos de la parroquia, paso la noche allá. En mis primeras visitas a unos pueblos, algunos preguntaron que hacia allí como misionera laica Columbana ya que San Juan Apóstol es una Parroquia Vicentina, no Columbana. Entendí que le tomaría tiempo a la gente ajustarse a mi igual que yo a ellos. Así que me orienté con ellos y hablamos sobre lo que es ser misionero laico y porque había sido enviada a una Parroquia Vicentina. Esto creó líneas de comunicación abierta, aceptación y una amistad entre nosotros. Aparte de estas visitas, también visito dentro del complejo parroquial el cual incluye los dormitorios de las escuelas y hogares.
Han sido unos meses muy ocupados para la Parroquia. A comienzos de septiembre ayudé al Padre Vosabalavu a facilitar el retiro anual “Forma 6” para las niñas de la escuela secundaria San José en Suva. El tema del retiro era la creación, ya que la parroquia fue muy activa durante la “Temporada de Creación” en septiembre. Organizamos una “Caminata por la Creación” ese domingo antes de misa. La corta procesión fue desde el dormitorio de niñas hasta la iglesia donde pausamos a contemplar el mar y las montañas. El propósito de la caminata era poder apreciar la belleza de la Creación de Dios. Estaba muy emocionada con la participación activa de los estudiantes y el apoyo del párroco, el director de la escuela, los maestros y la matrona.
Para completar la “Temporada de Creación,” el dormitorio de la escuela primaria San Juan de Paul participaron en una limpieza junto a mí y la primaria Natovi Jetty y su matrona. Fue un día muy difícil y su fe fue probada ya que llovió fuertemente y los vientos soplaron desde la mañana hasta las 3:30 pm. Pero Dios era fiel a nuestros planes y el clima se calmó y terminamos de recoger basura después de 30 minutos – ¡Gloria a Dios!
Los meses de octubre fueron muy ocupados ya que era el mes del rosario. Organizamos rosarios de casa en casa cada noche a las 6 pm de lunes a sábado. Estas reuniones de oración fueron especialmente emotivas ya que, a pesar de la lluvia o el mal tiempo, los feligreses eran leales a María sin permitir que nada los alejara de su amor y devoción mediante la oración.
Ser misionera laica Columbana continúa siendo una experiencia llena de riqueza y dificultades. He sido bendecida muchas veces con las personas y el trabajo que hago para Dios. Ha abierto mis ojos a una nueva cultura, lenguaje, comida y lugares, enseñándome el carisma Columbano “intercultural” por completo mediante el amor y la gracia de Nuestro Señor Jesucristo.
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