Obras de Misericordia Corporales

Dar de comer al hambriento: Ir de compras al supermercado. Preparar las comidas. Empaquetar los almuerzos para el trabajo y la escuela. Levantarse de noche para preparar un biberón.

Dar de beber al sediento: Conservar agua al ducharse o cepillarse los dientes. No dejar secar nuestras plantas o árboles. Poner agua fresca a nuestras mascotas.

Vestir al desnudo: Lavar la ropa de la familia. Limpiar zapatos, planchar. Comprar ropa o remendarla. Cambiar los pañales a los pequeños. Regalar nuestra ropa en buen estado.

Auxiliar a los enfermos: Llevar un enfermo al doctor. Estar al pendiente de sus citas médicas. Ir a la farmacia y comprar las medicinas. Tomarle la temperatura o la presión sanguínea. Llevarle a terapia física. Visitar a familiares o amistades en el hospital o asilo.

Visitar a los presos: Escribir cartas a un familiar a amigo preso. Enviarle paquetes si es permitido) con cosas básicas: jabón, dulces, libros, etc. Estar al pendiente de los padres, esposa e hijos del preso.

Acoger al extranjero: Dar tiempo y espacio al nuevo bebé (nieto, sobrino o primo). Aceptar a los yernos, nueras, suegros y sus familias. Dar la bienvenida a los nuevos vecinos. Aceptar hijastros. Alojar a los padres, abuelitos o tía soltera y anciana.

Sepultar a los muertos: Asistir al funeral, rosario o novena. Preparar comida para la familia del fallecido y cuidar a los niños. Ofrecer Misas por su eterno descanso. Consolar a los que sufren. Limpiar y disponer desinteresadamente de lo que deja un pariente fallecido.

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