En mis primeros días como misionero en Fiji, trabajé principalmente entre los hindúes indo-fijianos alrededor de la ciudad de Labasa. A menudo fui invitado por los directores de las escuelas primarias a explicar a sus estudiantes el significado del Viernes Santo y de la Pascua de Resurrección. Con mucho gusto usé estas oportunidades para compartir mi fe y el significado de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
Solía tomar llevar a las escuelas grandes imágenes de escenas de la vida de Cristo, en particular de su Pasión portando la cruz y de su crucifixión. Utilicé estas imágenes para ayudar a ilustrar la oposición a Jesús, las injustas acusaciones en su contra, la sentencia de muerte y el sufrimiento que soportó. También expliqué cómo perdonó a sus verdugos y prometió el paraíso al ladrón arrepentido.
Después de mi presentación en una escuela en particular, el maestro preguntó a los niños si alguien tenía una pregunta. Un niño levantó la mano y preguntó: "¿Por qué el día en que murió Jesús, es llamado “viernes santo” y no "mal viernes?". Recuerdo que me llamó la atención la pregunta. Nunca me habían preguntado esto antes y ni lo había pensado. Me di cuenta entonces de que el niño estaba haciendo la pregunta desde su propia experiencia religiosa como hindú.
Los hindúes creen que el mundo pasa por cuatro épocas en repetidas ocasiones. La primera época, Satya Yuga es cuando la verdad y la virtud dominan y las personas viven con rectitud. En la segunda época hay una cierta disminución. El mundo entonces se compone de tres cuartas partes virtud y una tercera parte de vicio. En la tercera época, el pecado y la virtud reinan por igual en el mundo. La cuarta, Kali Yuga, es tan corrupta y vil que un ser divino nace en el mundo para abolir la maldad mediante la destrucción de todos los pecadores, y después, el ciclo comienza de nuevo. Para mi joven interlocutor, si Jesús era Dios en forma humana, debería haber sido lo suficientemente poderoso como para restaurar la justicia destruyendo a sus malvados enemigos.
Respondí al niño diciendo que aunque Jesús era todo poderoso como Dios, amaba a todos, incluso a los pecadores, incluso los hombres malos que lo crucificaron. No quería destruir, sino ganarlos con su amor. En lugar de aniquilarlos oró para que sus malas acciones sean perdonadas y que por la aceptación de su perdón, ellos también, al igual que el ladrón arrepentido, tendrían un lugar en el Reino de Dios. Jesús quería superar la violencia por la no violencia (como Gandhi hizo muchos después) y vencer el mal y el pecado con amor. La señal de que realmente ocurrió fue que Dios levantó a Jesús de entre los muertos el Domingo de Pascua por la mañana. Esto demuestra que Jesús venció el pecado y la muerte, nuestros grandes enemigos. Así que los cristianos llamamos ese día "santo" viernes, “buen” viernes porque vemos revelado allí la suprema bondad y el amor de Dios que nos ofrece la salvación a todas las personas y el perdón de sus pecados.
No sé si mi explicación del significado del Viernes Santo hizo algún sentido al niño, pero sin duda su pregunta me hizo pensar más profundamente acerca de mi fe.
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