A mor sin Fin

Jesús, nuestro hermano y nuestro Señor,
has venido a salvarnos
porque Dios nos ama con un amor profundo y sin fin.

Nos has dado a María, Tu madre,
para que sea nuestra madre también,
y nos invitas a seguir su ejemplo.

En la tierra ella era una mujer de fe y oración,
de obediencia a la voluntad de Dios,
siempre lista para servir de cualquier manera.

Jesús, ayúdanos a mostrar nuestro amor eterno,
para que sirvamos a Dios fielmente en nuestro diario vivir.


Amén.