La Alegría de la Misericordia

O María, millones de personas han conocido
la rebosante alegría de la misericordia
que el Padre nos ha dado en Cristo.
En Iglesias particulares alrededor del mundo,
y aún más en este centro de Cristiandad,
una gran variedad de personas han aceptado este regalo.
Aquí el entusiasmo de la juventud resuena,
aquí los enfermos han alzado sus oraciones.
Aquí sacerdotes, trabajadores religiosos
y educadores,
niños y adultos, se han reunido
y han reconocido a tu querido Hijo,
la Palabra hecha carne en tu vientre.
O Madre, intercede por nosotros,
para que los frutos de este año no se pierdan
y para que las semillas de gracia crezcan
a la medida completa de la santidad
a la cual todos somos llamados.