La Asunción de María

Señor Jesucristo, Tú has destruido
el poder de la muerte y has dado la esperanza
de la vida eterna en cuerpo y alma.

Concediste a tu Madre un lugar especial en tu gloria
y no permitiste que el deterioro tocara su cuerpo.

Mientras nos regocijamos en la Asunción de María,
danos renovada confianza en la victoria de la vida sobre la muerte.

Tú vives y reinas por los siglos de los siglos.


Amén.