Buenos Días Mi Señor

Buenos días mi Señor,
¡No puedo creer que es de mañana de nuevo!
Parece que siempre estoy ocupado y corriendo.

Pero no importa cuán apresurada sea la vida,
ayúdame a pensar en Ti siempre.

Gracias por otro glorioso día,
que Tu palabra esté siempre en mis labios,
en mi corazón y en mi mente.

Te amo mi Señor, Salvador y amigo.


Amén.