Compasión

Amado Jesús, a veces quedamos atrapados
en las tareas de hacer cosas.

El ajetreo de nuestras vidas puede endurecernos.
Actuamos como si nuestro valor y valía
depende de los logros.

No valoramos el don de la vida
y quiénes somos.

Nos recuerdas que debemos llegar a ser
como niños pequeños, abiertos al ser, abiertos a la vida.

Ayúdanos a apreciar tu amor por nosotros tal como somos,
para que a su vez podamos mostrar un tierno
corazón compasivo con los demás.

- Por un Misionero Columbano


Amén.