Dame Tú Mismo

Dame Tú mismo, oh, mi Dios,
Date a Ti mismo a mí.
He aquí que te amo,
y si mi amor es muy débil,
concédeme amarte con más fuerza.

No puedo medir mi amor para conocer cuanto
llega a ser suficiente,
pero permite que mi alma se apresure a Tu abrazo
y nunca se aleje hasta que esté oculto
en el refugio secreto de tu presencia.

Esto sólo sé,
que no es bueno para mí
cuando no estás conmigo,
cuando estás fuera de mí.

Te deseo en mi propio ser.
La abundancia de todo el mundo
que no es mi Dios es deseo vacío.


Amén.