Divino Consolador

Santo Espíritu, Divino Consolador,
te adoro como a mi verdadero Dios,
con Dios Padre y Dios Hijo.

Te adoro y me uno a la adoración
que recibes de los ángeles y los santos.

Te doy mi corazón y te ofrezco
mi ardiente gratitud por toda la gracia
que nunca dejas de concederme

Oh Dador de todos los dones sobrenaturales,
que llenaste el alma de la Santísima Virgen María,
Madre de Dios, con tan inmensos favores.

Te ruego que me visites con Tu gracia
y Tu amor y me concedas el don del santo temor,
para que actúe en mí como un freno para prevenirme
a caer en mis pecados pasados,
por los que te pido perdón.


Amén.