Enséñame

Enséñame, Señor mío,
a ser dulce y gentil en todos los eventos de la vida,
en las decepciones, en la desconsideración de aquellos en quienes confié,
en la infidelidad de aquellos en quienes me apoyé.

Déjame hacerme a un lado,
pensar en la felicidad de los demás,
ocultar mis pequeños dolores y desengaños,
para que yo sea el único que sufra por ellos.


Amén.