Hermosa María

Recibe, O dulce madre,
nuestras humildes suplicas
y sobretodo, obtén para nosotros
que un día, contentos a tu lado,
podamos repetir ante tu trono el himno
que hoy te cantamos en todos los altares:
¡Eres hermosa, O María!
Eres la gloria,
eres la alegría,
¡eres el honor de nuestra gente!

Amén.