Maria, Nuestra Fuerza

O Virgen, bella como la luna,
deleito de los ángeles y santos en el cielo,
concede que seamos como tú
y que nuestras almas reciban un rayo de tu belleza
que no cesa con el pasar de los años
sino que brilla en la eternidad.

O Maria, sol celestial,
restaura la vida donde hay muerte
e ilumina los espíritus en la oscuridad.
Vuelve tu rostro hacia tus hijos
y que brille para nosotros tu luz y tu fervor.

O Maria, poderosa como un ejército,
gran victoria de nuestro rango.
Somos muy débiles
y nuestro enemigo arrasa con soberbia suprema.

Pero bajo tu manto
estamos seguros de vencerlo.
Sálvanos, O Maria,
bella como la luna,
resplandeciente como el sol,
inspiradora como un ejército en combate
y sostennos, no por el odio,
sino por el ardor del amor.

Amen.