Me ofrezco a Ti

Señor Jesucristo,
en unión con esa intención divina
donde Le ofreciste a Dios

Tus alabanzas mediante Tu Sagrado Corazón,
y ahora las ofreces mediante la Eucaristía
en todas partes del mundo por los siglos de los siglos,

Me ofrezco a Ti durante este día,
todos mis pensamientos e intenciones
todos mis afectos y deseos,
todas mis palabras y acciones,
en imitación del Sagrado Corazón
de la Virgen Inmaculada María.

Amen.