Mi Reina y mi Madre

Mi Reina y mi Madre,
me entrego enteramente a ti;
y para demostrarte mi devoción,
te consagro en este día mis ojos,
mis oídos, mi boca, mi corazón,
todo mi ser sin reservas.

Por lo tanto, buena Madre,
como te pertenezco, guárdame, cuídame,
como tu propiedad y posesión.


Amén.