Nuestra Señora del Cirio

Mi alma glorifica al Señor,
De ahora en adelante me llamarán Bienaventurada todas las generaciones.
El Todopoderoso obró maravillas para mí:
Santo es Su nombre.

Padre, Tu Hijo Jesús nacido de la Virgen María
por el poder del Espíritu Santo
es la Luz del mundo.

Qué ese mismo Espíritu nos guíe
para imitar la fe, amor, y humildad de María,
para que, guiados por su ejemplo
podamos seguir la luz de su Hijo
en nuestro camino por la vida
y lleguemos al final a verte como eres,
y alabarte en el eterno reino de los cielos.

Santa Madre de Dios, ofreces a tu Hijo para nuestra adoración.
Que también atesoremos Su Palabra en nuestros corazones
y ayude a traer la luz al mundo.


Amén.