Un Nuevo Día

Gracias, Señor amado, por protegerme
y preservarme durante la noche
y por darme este nuevo día.

Buenos días, Padre Celestial,
y gracias por la gloria del sol.

Y gracias por la salud que tengo para cumplir con mis deberes.
Te dedicaré las horas de este día dorado,
honrando Tu Santo Nombre en todo lo que haga.
Perseguiré mi arte diario sin quejarme ni temer
y dedicaré cada esfuerzo en ser amable y sincero.

Sé que ha habido días en que me he alejado.
Pero este es uno que trataré de hacerlo Tu día especial.
Y una vez más, Buenos Días, Padre Celestial.
Y por favor depende de mí porque deseo
honrarte por toda la eternidad.


Amén.