Oh Glorioso Santiago

Oh Glorioso Santiago,
por tu fervor y generosidad
Jesús te escogió para presenciar su gloria en el Monte
y su agonía en el Jardín.

Obtén para nosotros fortaleza y consuelo
en las luchas interminables de esta vida.

Ayúdanos a seguir a Cristo constante y generosamente,
ser vencedores de todas nuestras dificultades,
y a recibir la corona de la gloria en el cielo.


Amén.