Oh, María, Ruega por Nosotros

Oh, María, estás orando por nosotros,
tú siempre estás orando por nosotros.
Lo sabemos, lo sentimos.

Oh cuánto gozo y verdad,
que gloria tan sublime,
en este intercambio celestial y humano
de sentimientos, palabras y acciones,
que el rosario siempre nos trae:
¡la moderación de nuestras aflicciones humanas,
el adelanto de la paz que no es de este mundo,
la esperanza de la vida eterna!


Amén.