Oh, San Luis

Oh, San Luis Gonzaga, te pido
por tu pureza angelical, que me encomiendes
al Cordero inmaculado, Jesucristo,
y a su Santísima Madre, la Virgen de vírgenes,
y me protejas de todo pecado grave.

Oh tiernísimo y clementísimo santo,
despierta en mi el pensamiento de la eternidad
y de Jesús crucificado,
imprime en lo profundo de mi corazón un vivo sentimiento
de santo temor de Dios;
enciéndeme en el fuego del amor de Dios;
concédeme la gracia de imitarte en la tierra
para que pueda gozar de la posesión de Dios en el cielo contigo.


Amén.