Oh, Santísima Trinidad

Te venero y te glorifico,
Oh, Santísima Trinidad,
en unión con la gloria inefable
con la que Dios Padre,
en su omnipotencia,
honra al Espíritu Santo por siempre.

Te engrandezco y bendigo,
oh, Santísima Trinidad,
en unión con la reverentísima gloria
con la que el Hijo de Dios,
en Su inescrutable sabiduría,
glorifica al Padre y al Espíritu Santo por siempre.

Te adoro y ensalzo,
Oh, Santísima Trinidad
en unión con la gloria más adecuada y apropiada
con la que el Espíritu Santo,
en Su bondad inmutable
ensalza al Padre y al Hijo por siempre.


Amén.