Oh Virgen Inmaculada

Oh Virgen Inmaculada,
Madre de Dios, llena de gracia,
aquel a quien diste a luz,
Emmanuel, es el fruto de tu vientre.

En tu Maternidad,
has nutrido a todos los seres humanos.
Superas toda alabanza y toda gloria.

Te saludo, Madre de Dios,
alegría de los Ángeles,
porque superas en plenitud
lo que los Profetas han dicho sobre ti.

El Señor está contigo:
tú diste vida al Salvador del mundo.


Amén.