Oh Virgen de Kazán

Virgen de Kazán,
Oramos por tener ojos para ver que Jesucristo es el Camino,
para contemplar la imagen de Dios en los demás,
para percibir las necesidades de los desafortunados,
y para velar en oración por todo el mundo.

Concédenos una visión sagrada de la vida, Oh Virgen de Kazán,
e ilumina nuestro paso terrenal hacia el Reino Celestial.

Aunque nos reunimos en la penumbra,
vemos tu bondad atravesando las nubes sombrías
que oscurecen nuestra vista,
y humildemente te ofrecemos estas alabanzas:

Alégrate, y tráenos la buena nueva de la liberación,
para que bendigamos al Señor en todo momento.

Alégrate, y reúnenos como fieles,
para que alabemos a Dios hasta los confines de la tierra.

Alégrate, Nuestra Señora de Kazán, sanadora de enfermedades de los ojos
y dadora de iluminación.


Amén.