Señor, mírame con ojos de misericordia,
que Tu mano sanadora repose sobre mí,
que Tus poderes vivificantes fluyan
en cada una de las células de mi cuerpo
y en las profundidades de mi alma,
limpiándome, purificándome, restaurándome
a la plenitud y fortaleza para el servicio
en Tu Reino.
Amén.
que Tu mano sanadora repose sobre mí,
que Tus poderes vivificantes fluyan
en cada una de las células de mi cuerpo
y en las profundidades de mi alma,
limpiándome, purificándome, restaurándome
a la plenitud y fortaleza para el servicio
en Tu Reino.
Amén.
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