Oh María, Madre Dolorosa, yo como tú,
por la amarga agonía que soportaste
al pie de la Cruz
ofrece al Eterno Padre, en mi nombre,
a tu Amado Hijo, Jesús,
todo cubierto con sangre y heridas,
en satisfacción de mis pecados,
por las necesidades de la Santa Iglesia,
la conversión de los pecadores,
el alivio de las Almas en el Purgatorio
y por la gracia especial que ahora imploro.
Amén.
por la amarga agonía que soportaste
al pie de la Cruz
ofrece al Eterno Padre, en mi nombre,
a tu Amado Hijo, Jesús,
todo cubierto con sangre y heridas,
en satisfacción de mis pecados,
por las necesidades de la Santa Iglesia,
la conversión de los pecadores,
el alivio de las Almas en el Purgatorio
y por la gracia especial que ahora imploro.
Amén.
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