Ten misericordia de mí, O Señora,
porque mis enemigos me pisotean todos los días:
sus pensamientos hacia mí son crueles.
Agita el coraje y ten cuidado de la guerra
al derramar tu coraje sobre ellos.
Renueva maravillas y cambia los asombroso;
que sintamos la ayuda de tu brazo.
Derrama sobre nosotros gotas de tu dulzura
porque eres la portadora de la delicia de la gracia.
Amen.
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