O invencible defensor de la libertad de la Santa Iglesia,
San Jorge, por la firmeza que demostraste
Al mantener los derechos de la Iglesia ante sus enemigos,
estrecha tu brazo desde el cielo
para confortarla y defenderla en la batallas
que lucha contra los poderes de la oscuridad.
Dale fuerza al venerable Pontífice
quien es heredero no solo de tu trono
sino de la valentía de tu corazón;
obtén para él la alegría de sus tareas sagradas
coronadas por el triunfo de la Iglesia
y el regreso de las ovejas perdidas en el camino.
Quien con el Padre y el Espíritu Santo
vive y reina por los siglos de los siglos.
Amen.
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