Oración a San Miguel Arcángel

Glorioso Príncipe de la milicia celestial
y vencedor sobre los espíritus rebeldes,
se consciente de mí que soy débil y pecador
y, sin embargo, tan propenso al orgullo y la ambición.

Préstame, te ruego, tu poderosa ayuda
en cada tentación y dificultad,
y, sobre todo, no me abandones
en mi última lucha con los poderes malignos.


Amén.