Oh glorioso Apóstol, Santiago,
que por la razón de tu corazón ferviente y generoso
fuiste escogido por Jesús para ser testigo de Su gloria
en el Monte Tabor, y en Su agonía en Getsemaní;
tú, cuyo mismo nombre es un símbolo de guerra y victoria:
Obtén para nosotros la fortaleza y consolación
en la guerra interminable de esta vida, para que,
habiendo seguido constante y generosamente a Jesús,
podamos ser vencedores en la contienda y merezcamos recibir
la corona del vencedor en el cielo.
Amén.
que por la razón de tu corazón ferviente y generoso
fuiste escogido por Jesús para ser testigo de Su gloria
en el Monte Tabor, y en Su agonía en Getsemaní;
tú, cuyo mismo nombre es un símbolo de guerra y victoria:
Obtén para nosotros la fortaleza y consolación
en la guerra interminable de esta vida, para que,
habiendo seguido constante y generosamente a Jesús,
podamos ser vencedores en la contienda y merezcamos recibir
la corona del vencedor en el cielo.
Amén.
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