Oración nocturna a la Virgen María

Llega la noche, querida Madre, el largo día llega a su fin;
ante tu imagen me presento una vez más
para darte gracias por mantenme a salvo el día de hoy,
para pedirte que alejes de mí esta noche el mal.

Muchas veces he caído, querida Madre;
te he ignorado muchas veces desde la última vez que estuve anti ti.
¿No me tendrás lastima, mi propia Madre Dulce,
y le pedirías a Jesús que perdone los pecados de tu hijo?

Ahora voy a dormir, el trabajo del día ha terminado,
sus horas y sus momentos han pasado uno por uno.
Dios Quien me juzgará lo ha contado todo,
ha numerado cada gracias, ha contado cada falla.

En Su libro están escritas hasta el último día.
Oh, Madre! pídele a Jesús que las borre.
Porque solo un poco de Su Sangre derramada por los pecadores
es suficiente para limpiar al mundo de su culpa.

Y si al llegar al nuevo día doy muy último suspiro,
mi sueño se convierte en el largo sueño de la muerte;
póstrate a mi lado, Madre, en nombre de Tu Hijo.
Cuando llegue a la eternidad, mi alma despertará.

Amen.