Oración de San Gregorio

O Señor, Tu recibes un sinnúmero
de afrontes de Tus blasfemos,
sin embargo, diariamente liberas almas captivas
en manos del enemigo ancestral.

Aceptaste Tu flagelación sin murmuro,
sin embargo, en Tu meditación
nos libraste del castigo eterno.

Soportaste maltrato de todo tipo,
pero quieres darnos un pedazo
de los coros angelicales en la Gloria eterna.

No Te negaste a ser coronado con espina,
sino que salvaste al mundo de las heridas del pecado.

En Tu sed, aceptaste lo agrio del vinagre,
pero Te preparaste para llenarnos de delicias eternas.

Te mantuviste en silencio bajo la adoración
que le dieron a quienes Te ejecutaron,
pero pediste a Tu Padre que
nos hiciera igual a Ti en Divinidad.

Viniste a saborear la muerte,
sin embargo, eras la Vida
y viniste a dársela a los muertos.

Amen.