Oración de San Maximiliano Kolbe

El día fue largo,
la carga que llevaba
parecía más pesada y no la soportaba
pero alguien la levantó aunque no lo sabía

Alguien se había arrodillado a rezar;
me había llevado a Dios en esa hora
y pedido que facilitara mi carga, y Él,
en su infinita misericordia, se agachó
y la levantó de mis hombros.

No podemos decir cuan a menudo rezamos
para alguien abrumado,
herido y estresado.

La respuesta viene,
pero muchas veces esos corazones encuentran paz y descanso repentino.
Alguien había rezado, y la Fe, una mano amiga,
agarró a Dios y lo trajo a ti ese día.

Tantos corazones están en necesidad de la oración.
O, déjanos rezar!

Amen.