O Virgen Madre, nos arrodillamos ante ti
para manifestar el dolor que sentimos
por las injusticias que te causamos
y reparar, mediante la oración y sacrificios,
las ofensas con las cuales respondemos a tu amor.
Obtén para nosotros el perdón de tantos pecados.
Apura la conversión de los pecadores
para que puedan amar a Jesús
y parar de ofender al Señor,
quien ya hemos ofendido tanto.
Vuelva a nosotros tus ojos misericordiosos
para que podamos amar a Dios con todo nuestro corazón en la Tierra
y podamos disfrutarlo por siempre en el cielo.
Amén.
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