Poderoso Protector

Oh Dios Eterno, que nos diste,
en la persona de Santa Cecilia,
una poderosa protectora,
concede que, después de haber pasado fielmente
nuestros días, como ella,
en inocencia y santidad,
un día podamos alcanzar la tierra de la beatitud,
donde, en comunión con ella,
te alabaremos y bendeciremos
por siempre en la eternidad.


Amén.