Que Tu Rostro Brille Sobre Nosotros

Ven, Señor, deja que Tu rostro brille sobre nosotros
para que podamos disfrutar pacíficamente de todas las cosas buenas.

Que Tu poderosa mano sea un techo sobre nuestras cabezas
y que Tu fuerza nos preserve de toda maldad.

Libéranos, Señor, de aquellos que nos odian sin causa.

Danos paz y armonía a nosotros
y a todos los habitantes de la Tierra,
así como se las diste a nuestros padres
que te invocaron con confianza y fe.

Tú solo puedes darnos estos dones
y conferirnos estos favores.

Ponemos nuestra confianza en Ti a través de Jesucristo,
nuestro sumo sacerdote, el guardián de nuestras almas.

A través de él, sea gloria y majestad a Ti
ahora y por todas las generaciones hasta el fin de los tiempos.


Amén.