Sagrada Trinidad a la que Adoro

Oh, mi Dios, Trinidad a la que adoro,
déjame olvidarme por completo de mí mismo para que pueda habitar en Ti,
tranquilo y en paz como si mi alma ya estuviera en la eternidad;
que nada perturbe mi paz ni me separe de Ti,
oh, mi Dios inmutable,
sino que cada momento me lleve más
a las profundidades de Tu misterio.

¡Pacifica mi alma!

Hazla Tu cielo,
Tu hogar amado y lugar de Tu reposo;
que nunca te deje allí solo,
sino que esté siempre atento,
siempre alerta en mi fe, siempre adorando
y entregado por completo a Tu acción creativa.


Amén.