Salve Madre

Madre de Dios, que contuviste al Dios infinito
debajo tu corazón, a quien ningún espacio puede contener:
a través de ti se revela la Santísima Trinidad,
es adorada, y glorificada, los demonios son vencidos,
Satanás arrojado del cielo al infierno
y nuestra naturaleza caída es aceptada de nuevo en el cielo.

A través de ti, la raza humana,
mantenida en los lazos de la idolatría,
llega al conocimiento de la verdad.

¿Qué más puedo decir acerca de ti? Salve,
a través de quien gobiernan los reyes,
a través de quien el Hijo Unigénito de Dios
se ha convertido en la Estrella de Luz para aquellos
sentados en la oscuridad y a la sombra de la muerte.


Amén.