Señor, Libérame

Te pido, Señor que me liberes de cualquier esclavitud
al pecado, de cualquier actitud, hábitos, compulsiones,
o formas arraigadas de pensar, hablar, o actuar
que mantengan el ciclo del pecado dentro de mí,
y que me impidan abrir mi corazón,
alma, mente y cuerpo a Tu amor sanador.


Amén.

- Por un Misionero Columbano