Te amo, mi Dios

Te amo, oh mi Dios,
presente en la santa Eucaristía,
como mi Creador, mi Preservador,
y mi Redentor.

Te ofrezco todo lo que tengo,
todo lo que soy,
todo lo que depende de mí;
te ofrezco mi mente para pensar en Ti,
mi corazón para amarte;
mi voluntad para servirte;
mi cuerpo para trabajar y sufrir por Tu amor.

Te pertenezco, me doy,
me consagro a Ti,
me abandono a Ti,
deseo vivir y morir por amor a Ti.


Amén.