Ten Piedad de Mi Miserable Corazón

Oh María, la más hermosa de todas las creaturas,
amorosa después de Jesús sobre todos los amores,
más querida que todas las cosas creadas,
graciosa sobre toda gracia,
ten piedad de este mi miserable corazón;
miserable porque no te ama;
y debería amarte a tí.
Inflama mi corazón con tu santo amor.

Vuelve, Oh María, tus amantes ojo mí;
mírame, y atraeme a ti;
y permite que después de Dios no ame a nadie más que a tí,
más graciosa, más amble María.
Madre de Jesús, y mi Madre.

Amen.