Tu Amable Bondad

Es justo,
con todos los poderes de nuestros corazones y mentes,
alabarte, Padre, y a Tu Hijo Unigénito,
Nuestro Señor Jesucristo.

Querido Padre, por Tu maravillosa condescendencia
de amor y bondad hacia nosotros,
Tus siervos, entregaste a Tu Hijo.

Amado Jesús, pagaste la deuda de Adán por nosotros
al Eterno Padre con Tu Sangre derramada
en amor y bondad.

Despejaste la oscuridad del pecado
con Tu magnífica y radiante Resurrección.

Rompiste los lazos de la muerte
y resucitaste de la tumba como un Conquistador.

Reconciliaste el cielo y la tierra.
Nuestra vida no tenía esperanza de felicidad eterna
antes de que nos redimieras.

Tu Resurrección ha lavado nuestros pecados,
restaurado nuestra inocencia y nos ha traído alegría.

¡Qué desestimable es la ternura de Tu Amor!


Amén.