Tú Eres Toda Mía

¡Ave María, mi gozo, mi gloria, mi corazón y mi alma!
Tú eres toda mía a través de tu misericordia, y yo soy todo tuyo.
Pero no soy suficientemente tuyo.

Destruye en mí todo lo que desagrada a Dios.
Coloca y cultiva en mí todo lo que te agrada.


Amén.