Tu Precioso Cuerpo y Sangre

Consolado con los sagrados Misterios
de Tu precioso Cuerpo y Sangre,
te pedimos, oh Señor, que por el ejemplo
de San José Leonardi, Tu Confesor,
podamos estar ansiosos de confesar lo que él creyó
y poner en práctica lo que enseñó.

Que vives y reinas con Dios Padre,
en la unidad del Espíritu Santo, un Dios,
por los siglos de los siglos.


Amén.