Tu Siervo Fiel

Padre Celestial, a través del Beato Emperador Karl de Austria
has dado a Tu Iglesia y al pueblo de Dios
un ejemplo de cómo podemos vivir una vida espiritual
de manera convincente y valiente.

El Emperador Karl honró a la Madre de Dios,
y amó rezar el rosario a lo largo de su vida.

Fortalécenos por su intercesión cuando el descorazonamiento,
la falta de ánimo, la soledad, la amargura y la depresión nos atormenten.

Permítenos seguir el ejemplo de Tu siervo fiel,
y servir desinteresadamente a nuestros hermanos y hermanas
de acuerdo con Tu voluntad.


Amén.