Verdades Eternas

O María, nuestra Fuente Cristalina de la Fe,
¡lava nuestras mentes con las verdades eternas!
O Lirio Fragante de Toda Santidad,
¡captiva nuestros corazones con tu perfume celestial!
O Conquistadora del Mal y la Muerte,
¡inspira en nosotros un horror profundo hacia el pecado
el cual hace al alma odiosa ante Dios
y esclava del infierno!