Señor, sé que Tu misericordia
por quienes han muerto,
y que Tu amor por cada uno de nosotros,
es mayor que el universo entero,
un esplendor inmenso de amor.
Sin embargo, Tu ves nuestros dolores más pequeños,
nuestras lagrimas pequeñísimas, nuestros miedos cortos por el porvenir.
No hay ni la ave más pequeña en el cielo
que caiga al suelo
que Tu no conozcas y cuides, Señor.
Y cada vez que cuentas
cada pelo en nuestra cabeza,
compartes aún más en nuestro dolor.
El corazón que cree
es el corazón que sufre dulcemente,
sabiendo que siempre está en Tu amor.
Por los siglos de los siglos.
Amen.
por quienes han muerto,
y que Tu amor por cada uno de nosotros,
es mayor que el universo entero,
un esplendor inmenso de amor.
Sin embargo, Tu ves nuestros dolores más pequeños,
nuestras lagrimas pequeñísimas, nuestros miedos cortos por el porvenir.
No hay ni la ave más pequeña en el cielo
que caiga al suelo
que Tu no conozcas y cuides, Señor.
Y cada vez que cuentas
cada pelo en nuestra cabeza,
compartes aún más en nuestro dolor.
El corazón que cree
es el corazón que sufre dulcemente,
sabiendo que siempre está en Tu amor.
Por los siglos de los siglos.
Amen.
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